“Asistencia Primaria: Problemas y soluciones”
Fernando Domínguez, Piluka García, Esther Cremaes y Mamen López, en representación del Grupo de Salud de Geroa Bai.
El pasado 18 de mayo, promovido por el Grupo de Salud de Geroa Bai se celebró en el Hotel Tres Reyes de Pamplona el foro “ASISTENCIA PRIMARIA: PROBLEMAS Y… ¿SOLUCIONES?” con el objetivo de abordar la situación de la Atención Primaria de manera propositiva, abierta y trasversal, enfocada a la búsqueda de soluciones, dando participación a todos los agentes y profesionales, a todas las administraciones sanitarias y sobre todo a los y las pacientes.
En el foro, moderado por Piluka García profesora de la UPNA de trabajo social y antropología, participaron Juana Celay, médica a propuesta del Colegio de Médicos; Cristina García, DUE en representación del Colegio de Enfermería; Itziar Ochoa, trabajadora social; Alejandro Valdeande, administrativo; Juantxo Remón, presidente de la Asociación Navarra de Diabetes; y Juan Carlos Castillo, presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos. A todos ellos damos las gracias por su colaboración.
Fue un encuentro que sirvió para extraer reflexiones interesantes y constructivas. Así, en primer lugar, tuvimos la oportunidad de analizar los cambios sociodemográficos, en usuarios y profesionales, que han ido modificando sustancialmente la situación de la Atención Primaria. Los principales cambios que se han producido son: el envejecimiento de la población y la mayor supervivencia de los pacientes con pluripatología o procesos crónicos; el aumento de situaciones de dependencia; la morbimortalidad asociada a estilos de vida no saludable; el aumento de problemas y malestar psicosociales; cambios en la estructura familiar que condicionan situaciones de soledad no deseada y nuevos contextos de cuidado de las personas mayores; nuevas culturas de uso de la sanidad pública, y la mayor preocupación por las cuestiones éticas y de seguridad de los pacientes.
Complejidad que se hace más patente en el medio rural y en las zonas despobladas. El dispar peso de la demanda (más acentuado en el medio urbano), y las dificultades para la provisión de profesionales, especialmente de pediatría (mayor en el medio rural), reclaman una estructura distinta de los equipos sanitarios.
Entre las principales conclusiones que pudimos extraer en este Foro destaca que la Atención Primaria es un ámbito privilegiado para la observación e intervención en aspectos biopsicosociales y determinantes de la salud y que debe ser el eje de la atención a la ciudadanía. El actual modelo asistencial desvía a los pacientes al hospital, alejándolos de su medio, magnificando los aspectos menos relevantes de Atención Primaria y dificultando la formación MIR en este ámbito, por hacer poco atractiva esta especialidad.
Otra conclusión que obtuvimos fue que resulta esencial racionalizar la demanda y reequilibrarla con la capacidad de prestación de servicios. La demanda crece y aumentar el número de profesionales no solucionaría la situación de la Atención Primaria porque “a mayor oferta a coste cero, mayor demanda”.
Las ratios profesionales en Navarra son adecuadas, en 2019 había en medicina 540 profesionales por 100.000 habitantes y 0,8 por 1000 en Atención Primaria (media del estado 476 por 100.000 y 0,78 por 1000) y en enfermería 8,6 por 1000 (media estatal 5,3 por 1000). En enfermería, por tanto, parece necesaria una redistribución de los recursos entre Atención Primaria y Hospitalaria. Por otro lado, las ratios de profesionales de trabajo social (1 por cada 10.000 h.) son claramente insuficientes y manifiestamente mejorables.
Sin duda, el modelo de Atención Primaria nos permite diversificar estrategias de prevención y promoción que mejoran y optimizan el uso y demanda en los centros de salud, potenciando la propia capacidad en el autocuidado, dando información sobre la cartera de servicios para acomodar las actuales expectativas de uso a la atención, contando con el uso de nuevas tecnologías sin que lleguen a comprometer la equidad.
Asimismo, es imprescindible revisar los perfiles profesionales para reconocer las respectivas singularidades profesionales, así como valorar la incorporación de nuevos profesionales que mejoren la oferta (auxiliares de clínica, fisioterapeutas, psicología, podología). También, urge cambiar el modelo asistencial, formando equipos de trabajo que hagan más eficiente la asistencia. La gestión de esos equipos no debe pivotar necesariamente en los profesionales médicos. Y por supuesto, es imprescindible definir los puestos de difícil cobertura, para adoptar medidas de apoyo e incentivadoras que faciliten su provisión.
Igualmente, es necesario incorporar de forma efectiva la salud en todas las políticas, generando alianzas con los distintos escenarios y administraciones, especialmente entidades locales, apoyando e impulsando políticas que coordinen la acción intersectorial, y para ello, es irrenunciable revisar el actual mapa de estructuras básicas de salud, zonificación realizada en el 86, acomodándolo en lo posible al actual mapa local y asociativo como sistemas que comparten el cuidado de la salud de la población. Precisamente, a lo largo del foro, se puso en valor la importante aportación que se hace desde los ayuntamientos a través de sus distintos recursos y servicios (programas de educación, atención a la dependencia) lo que los convierte en agentes clave en el sostenimiento de la atención.
Y sin duda, concluimos que es precisa una nueva estrategia de Coordinación Socio-Sanitaria. El reclamado enfoque comunitario necesita de apoyos, estructuras y sobre todo planes marco, que garanticen su desarrollo en todas y cada una de las zonas básicas.
Las diferencias entre las distintas realidades existentes en Navarra, aconsejan dotar a los equipos de una mayor autonomía para la organización del trabajo, ya que ello podría mejorar y hacer más eficiente la atención prestada.
Asimismo, quedó patente que se debe reforzar la participación real de la ciudadanía a través de los Consejos de Salud, cuyas funciones y composición deben ser revisadas y actualizadas, y es clave revisar la relación con otros niveles de atención sanitaria, especialmente Salud Mental, Centros de Atención a la Mujer y Salud pública.
A modo de resumen, este foro sirvió para evidenciar que la obligada trasformación del sistema sanitario, para garantizar su sostenibilidad, pasa por reforzar la Atención Primaria como eje del sistema recuperando sus funciones y visión comunitaria, apoyándose en las capacidades de los distintos estamentos y profesionales implicados trabajando en equipos multidisciplinares.
Un cambio de modelo que exige que los propios profesionales realmente lo deseen, lo promuevan y lo faciliten y que encuentren el apoyo y la firme voluntad política de los gestores.