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Bixente Serrano Izko, gizon txiki erraldoi

    Koldo Martínez Koldo Martínez
    Bixente Serrano Izko diputado, Geroa Bai, congresio de los diputados..

    Podría llamarle pequeño gran hombre pero prefiero recordarle como lo que era, un pequeño hombre gigante. Pequeño por tamaño, gigante por su vida.
    Yo le saludé por pimera vez un día de enero de 1973, en la calle Estafeta. No le volví a ver hasta 4 años después. Y casi desde entonces nuestras vidas han ido muy unidas. Militamos juntos en Euskadiko Ezkerra, Nueva Izquierda, Auzolan, Nafarroa Bai y finalmente en Geroa Bai. Veníamos de mundos distintos pero compartimos muchas ilusiones, muchas horas de reunión y muchas peleas por la Justicia y la Libertad.


    Bixente era pequeño de tamaño, pero grande, enorme en todo lo demás. Militante comprometido desde los momentos más duros de la dictadura, fue deportado durante el estado de excepción de 1969, ¡a sus 21 años! Militó posteriormente en ETA y participó en el secuestro de Felipe Huarte tras lo cual pasó a la clandestinidad. Fue juzgado en rebeldía por un tribunal militar en consejo de guerra y condenado a 42 años y 6 meses. Detenido posteriormente, y estando encarcelado fue uno de los líderes de la “fuga de Segovia”, fuga que no acabó bien ni para los huidos ni para el régimen franquista. La amnistía lo liberó en 1977. Desde ese momento su apuesta política estuvo basada en el trabajo político democrático.


    Euskaldun berria, euskaltzale porrokatua. Bere lan gehienak euskaraz idatzi zituena, alde batera uzten baditugu politikan idatzitako ausnarketa asko. Pentsalari sakona, hor daude irakurtzea gomendatzen ditudan bere “Beldurra bera zaldi” edota “Bakezale gerlari hoiek”. Historialari eta historiagile. Historiador (hor dago bere “Nafarroa, historiaren hariak” traducido luego al castellano y al francés) y hacedor de historia (su trayectoria es parte de la historia de la Navarra, de la Euskadi que nos ha tocado vivir).

    Profesor “majico” me decía una alumna suya hoy. Sabio. La persona más humilde que he conocido. Sonriente siempre, con aquella sonrisa pícara con la que enamoraba a cualquiera. Candidato en varios procesos electorales, sin éxito -esto también lo compartimos, Bixente- llegó a ser diputado en el Parlamento español con Geroa Bai. Y era sobre todo, un amigo del alma y una persona excelente.


    Habrá quien no le perdone aquella militancia suya. Habrá quien al mencionarle solo recuerde aquello, obviando el contexto de total falta de libertades. Y es que aún hoy -o sobre todo, hoy- hay quienes prefieren callar vergonzosa e insdiosamente antes que reconocer que si hemos llegado hasta aquí -todas y todos- es porque ha habido luchadores como Bixente que -con sus aciertos y sus errores- a lo largo de su vida lo han dado todo por la democracia y la convivencia.


    Bixente, gizon txiki erraldoi, esker mila aunitz, bihotzeko lagun!
    Lurra arin bekizula!

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