El Gobierno confirma en respuesta a Koldo Martinez que no cumplirá tampoco este año su compromiso por la laicidad
El ejecutivo de coalición PSOE-UP ha confirmado, en respuesta a una pregunta del senador de Geroa Bai, Koldo Martínez, que este año tampoco cumplirá el acuerdo de gobierno en el que anunciaba expresamente la aprobación de una ley que "garantice la laicidad del Estado y su neutralidad frente a todas las confesiones".
“Es evidente que para el Gobierno Sánchez la laicidad del Estado no está entre sus prioridades, con lo que esta legislatura se perderá la oportunidad de revertir la situación y se seguirá perpetuando la dependencia del Estado ante una confesión religiosa, algo inédito en países con tradición democrática” ha señalado Koldo Martínez, tras recibir la respuesta del Gobierno a su pregunta para conocer si tenía prevista una fecha para presentar ante las Cortes la Ley de Libertad de Conciencia.
El senador de Geroa Bai ha recordado que “el programa electoral con el que Pedro Sánchez concurrió a las elecciones de 2015 decía que ‘un Estado que no define con claridad la libertad de conciencia y de religión es un Estado que permite desequilibrios y desigualdades, privilegia a una parte de la ciudadanía y renuncia a la igualdad plena’".
“Siete años después, y cuatro ya al frente del Ejecutivo, la esperada Ley de Libertad de Conciencia, que estaba llamada a regular aspectos clave en la relación entre el Estado, la sociedad y las confesiones religiosas, ha vuelto a ser laminada de las prioridades políticas. El Plan Anual Normativo para 2022 no incluye su desarrollo y todo indica que la legislatura concluirá sin abordar uno de los principales compromisos de la coalición progresista” ha denunciado Koldo Martínez.
Bajo el epígrafe de "Laicidad. Defensa de lo Público", el PSOE de Pedro Sánchez apostó entonces por la "construcción de un Estado laico" y desgranó un amplio catálogo de actuaciones que deberían quedar reguladas en una ley orgánica. El texto enumeraba un paquete de medidas muy concretas: autofinanciación de todas las confesiones, religión fuera del currículo escolar, fiscalidad para bienes no afectos al culto, retirada de símbolos religiosos en edificios públicos, protocolos para actos de Estado, cementerios no confesionales, recuperación de bienes inmatriculados y, también, la denuncia de los Acuerdos con la Santa Sede.
“Todos estos compromisos han quedado en agua de borrajas y sólo queda el gesto de las y los ministros en su toma de posesión de no utilizar los símbolos religiosos en la ceremonia. Un balance muy pobre para un gobierno que se define como progresista” ha señalado Koldo Martínez.