'Equilibrio territorial, desarrollo y solidaridad en Navarra'
Por Unai Hualde, Vicepresidente Primero del Parlamento de Navarra (Geroa Bai)
El equilibrio territorial ha sido y sigue siendo una asignatura pendiente en Navarra. Que toda la ciudadanía, viva donde viva, de norte a sur, desde Ribaforada hasta Erratzu, sienta que tiene las mismas oportunidades constituye un reto apasionante. Sin los agravios comparativos a los que históricamente se han visto abocados los residentes en las zonas rurales con respecto a los que residen en las grandes poblaciones de la Comunidad foral. Agravios que en algunos casos (sobre todo en materia de empleo y desarrollo económico) se han hecho más evidentes en algunas zonas, como es el caso de Sakana, Pirineo o Ribera a lo largo de muchos años.
A estas alturas podemos decir alto y claro que los anteriores Gobiernos de Navarra han primado las grandes poblaciones a la hora de generar inversiones, oportunidades e infraestructuras, frente a un abandono paulatino del resto de zonas de la Comunidad Foral. Lo uno, no debió de ser incompatible con lo otro.
Muchas áreas y zonas rurales de Navarra fueron abandonadas durante tiempo a una suerte de escasez de recursos para subirse al tren del progreso, entendiendo el progreso no sólo como algo material, sino añadiendo también elementos como la educación, el empleo de calidad o el acceso a una buena Atención Primaria en Salud.
El actual Gobierno liderado por Uxue Barkos tiene un compromiso por revertir poco a poco este desequilibrio territorial y prueba de ello es la adopción de diversas medidas a lo largo de este tiempo para revertir esa situación. Aquí hay que enmarcar el Plan de Infraestructuras Locales (PIL) 2017-2019, dotado de 100 millones de euros para el próximo trienio y que primará a las entidades locales de menor tamaño y mayor dispersión geográfica. Un proyecto que da cumplimiento al Acuerdo Programático firmado por las cuatro fuerzas que sustentan el Ejecutivo para acercar a las zonas rurales los recursos necesarios respetando la autonomía municipal.
Mientras tanto, la propia Cámara de Comptos apremia al Gobierno a culminar la reorganización del mapa Municipal, elemento que ayudará a un mejor equilibrio por zonas. Y en ello se está. Trabajando de abajo a arriba, es decir, a través de un proceso que ha partido de las propias entidades locales para dotar de la mejor solución a la nueva administración local. Sólo los intereses y cegueras partidistas llevan, como en el caso de UPN, a pronunciar graves acusaciones contra un proceso que nunca antes se había llevado a cabo con tanta transparencia y participación. Quienes en el pasado quisieron imponer recetas desde los despachos del Gobierno y del Parlamento sin escuchar a las entidades locales ahora lanzan improperios en medio de lo que pretende ser un debate constructivo y resolutivo en el seno del mundo local navarro.
También el equilibrio territorial tiene mucho que ver con acciones que mejoran el desarrollo económico en los municipios más deprimidos o con las dificultades para el acceso a las nuevas tecnologías. En este sentido, es de destacar la ampliación de la banda ancha a muchos hogares y polígonos industriales de municipios donde hasta ahora no existía.
Así, todas las localidades navarras dispondrán de conexión a banda ancha en 2021, tal y como se desprende del Plan Director elaborado por el Gobierno, en colaboración con la sociedad pública Nasertic, para extender la fibra óptica a toda la geografía foral con una inversión pública de 31,35 millones de euros durante los próximos 5 años. Evidencias que ayudan a reequilibrar la igualdad de oportunidades en el acceso a algo tan fundamental hoy día como Internet para el tejido comercial y empresarial local.
En materia de empleo, para recuperar los números más allá de Pamplona, tenemos que poner en valor el Plan Estratégico de Sakana 2020 puesto en marcha por el conjunto de agentes de la zona, así como las acciones para la empleabilidad en la Ribera de Navarra, donde se ha detectado que el 70% de la población desempleada no tiene un nivel de estudios superiores a la primera etapa de secundaria.
De igual modo, es positivo para el norte de Navarra y para sacar del ostracismo empresarial y demográfico al Pirineo, los numerosos proyectos para atracción de turismo y población, como el de la ciudad romana de Iturissa situada en la calzada romana que recorre el Pirineo desde el Valle de Lónguida hasta Luzaide-Valcarlos, como otro de los numerosos ejemplos para dinamizar estas zonas castigadas.
Ejemplos todos ellos, que demuestran el compromiso de las fuerzas políticas del cambio por el equilibrio territorial de nuestra Comunidad.
Publicado en Diario de Noticias.