'Escuelas Infantiles: equidad frente a la demagogia'
Por Itziar Gómez, portavoz de Geroa Bai en el Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea
Hoy lunes 7 de marzo el Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea inicia la campaña de prematriculación para los niños y niñas de 0 a 3 años en las 17 Escuelas Infantiles de la ciudad. La principal novedad de este año ha sido un incremento –moderado- de plazas en euskera, al pasar de dos a cuatro las escuelas en este idioma, mientras que son trece las escuelas infantiles en castellano, algunas de ellas con actividades en inglés. Dicho de otra forma, este año se se ofertan un total de de un total de 1.578 plazas, de las que 1.200 son en castellano (954 solo castellano y 246 castellano con inglés) y 378 en euskera. La oferta en euskera pasa así del 10,3% al 23,9% de total, acercándose –como parece lógico- a la demanda del modelo D en Primaria en Pamplona.
Lógicamente nos gustaría una situación idílica, en la que todas las familias que lo desearan encontraran plaza, en el idioma que eligieran, en la escuela infantil de su barrio. Pero nos vemos obligados a gestionar recursos escasos, lo que necesariamente exige distribuir la oferta disponible aplicando criterios de equidad, que traten de acercarse de la forma más justa y equitativa a la demanda existente.
Entendemos por ello la legítima movilización de las familias afectadas por el cambio de idioma en dos de las 17 escuelas infantiles, como entendemos también la histórica frustración de las familias que no han podido enviar a sus hijos e hijas a una escuela infantil –fuera cual fuera- en euskera, dada la exigua oferta existente. Como, por supuesto, también la de aquellas familias que no pueden encontrar plaza ni en euskera ni en castellano. Es importante, por tanto, situar esta reivindicación en su contexto, antes de utilizarla demagógicamente como han hecho algunos desde los sillones de UPN y el PSOE en el consistorio.
Quiero reiterar aquí dos cuestiones muy relevantes, que ya les trasladamos a las familias afectadas antes de adoptar esta medida. En primer lugar, que ninguna se iba a quedar sin plaza por el cambio de idioma en dos escuelas, sino que la obtendrían en la más próxima a la suya en castellano; en segundo lugar, que ninguna trabajadora iba a perder su empleo por este motivo.
Puedo comprender que las familias afectadas no se den por satisfechas, pero seguro que también comprenderán la satisfacción de aquellas familias que por fin van a poder encontrar una plaza en euskera –fuera donde fuese- tras tantos años de frustración.
Lo que no podemos admitir en modo alguno es la sarta de falsedades que los partidos de la oposición, UPN-PSN, han vertido sin mesura estos días de polémica, haciendo demagogia barata con un servicio que debería quedar al margen de la pelea partidaria de la peor especie. Han mentido cuando han hablado de expulsión de las familias del servicio educativo. Rotundamente falso porque nadie se va a quedar sin plaza.
Y han mentido también al insinuar que estaba en peligro el empleo de trabajadoras ya sean funcionarias o interinas. Falso también, porque ninguna educadora va a ir a la calle. Y falsa, hipócrita y sospechosa esta súbita preocupación por la plantilla de las Escuelas Infantiles que nunca les ha importado cuando gobernaban.
Igual de sorprendente que la propuesta de construcción de una nueva escuela infantil en el barrio de Lezkairu, que ahora propone UPN como solución, cuando todos sabemos que con ellos en el gobierno municipal, hubieran elegido cualquier otro idioma. Solo hace falta echar una ojeada a su programa electoral -inglés, francés y hasta alemán para las EEII-; todo menos atender la demanda de la segunda lengua de la ciudad.
Y ese es el verdadero problema que tenemos en Iruñea en este tema. Que cuando se inició la creación de las nuevas escuelas infantiles hace doce años, se hizo contraviniendo la ordenanza del vascuence ( que en su artículo 26 recoge el derecho de las familias a la oferta de plazas en euskera) y ninguneando la demanda real. Una demanda expresada en miles de peticiones de familias presentadas por registro al consistorio y reflejada en los informes técnicos de Sociología del Ayuntamiento.
UPN había marcado, ya entonces, una hoja de ruta en otra dirección: en contra de la normativa, en contra de los informes técnicos municipal y en contra de nuestra segunda lengua en la ciudad. Los responsables de UPN ignoraron sin pudor esta demanda cuando se construyeron las escuelas de Rotxapea, Mendebaldea, Azpilagaña, Buztintxuri y José María Huarte (San Juan) sin una plaza en euskera más en toda Pamplona. Si alguien ha cometido sectarismo con las escuelas municipales son aquéllos que han ignorado durante muchos años –cuando no despreciado- a esa parte de la ciudadanía que quería escuelas infantiles en euskera.
De aquellos polvos estos lodos. Sólo tratamos de paliar en parte, desde la equidad y el sentido común, una injusticia histórica que ha durando demasiado tiempo.