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Geroa Bai Tudela aboga por que la histórica inversión del Gobierno foral en Coscolín implique el renacimiento del Casco Antiguo de Tudela

La coalición celebra que el empeño del vicepresidente Aierdi, antes en Nasuvinsa y ahora desde el Ejecutivo, haya posibilitado sacar adelante un ambicioso plan urbanístico anhelado en la capital ribera desde hace 20 años

Geroa Bai Tudela celebra la histórica inversión en el plan de rehabilitación urbanística del Horno de Coscolín, anunciada por el vicepresidente segundo del Gobierno de Navarra, José Mª Aierdi, y aboga por “aprovechar esta apuesta, la más importante de entre las actuaciones urbanísticas acometidas en la capital ribera en las últimas décadas, para que suponga el primer paso de un auténtico renacimiento y operación de regeneración urbana integral del Casco Antiguo de nuestra ciudad”.

La coalición recuerda que “el Gobierno de Navarra invertirá un total de 8 millones de euros en el plan de regeneración del ámbito del Horno de Coscolín, en pleno corazón del Casco Antiguo de Tudela, un proyecto arquitectónico y urbanístico que viene promoviendo la sociedad pública Nasuvinsa desde su diseño inicial en 2018 para reurbanizar toda esta zona, construir 24 viviendas protegidas, la mitad de ellas de alquiler, y locales comerciales y dotacionales”.

Geroa Bai Tudela subraya que la apuesta por la sostenibilidad urbana, las políticas de rehabilitación y regeneración y la recuperación de los cascos históricos de las ciudades que ha caracterizado a esta formación en sus responsabilidades de gobierno y en el ámbito municipalista “ha resultado fundamental para que la reactivación del ambicioso proyecto del Horno de Coscolín hace dos años sea hoy una realidad y una palanca para trabajar por un Casco Antiguo vivo y cohesionado, que se convierta en una oportunidad para la dinamización urbana de esta ciudad”.

 

Un proyecto ambicioso pero viable”

En este sentido, Geroa Bai Tudela destaca “el empeño mostrado por nuestro compañero José Mari Aierdi desde hace dos años, como impulsor del proyecto desde la dirección de la sociedad pública Nasuvinsa en su origen y desde hace algo más de un año como consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos del Gobierno navarro, para que la transformación del Horno de Coscolín y la revitalización del Casco Antiguo de Tudela sea hoy un proyecto ambicioso, pero viable”.

Según la coalición, “la regeneración de la plaza vieja de Tudela y la plazuela interior del Horno de Coscolín, una zona degradada que llevaba siglos sin recuperarse, así como la rehabilitación de los edificios de este entorno y su integración y conexión con el resto de la trama urbana del Casco Antiguo es un proyecto reclamado por los tudelanos y tudelanas, anhelado desde que hace 20 años se firmó un primer protocolo, pero que nunca se llegó a cumplir”.

“El cambio político que se produjo en Navarra en 2015 hizo que, entre otras consecuencias, las viejas políticas del ladrillo y la expansión urbanística giraran hacia un urbanismo más sostenible y social, hacia un crecimiento urbano más compacto en los cascos históricos, e hizo que Nasuvinsa hiciera del Horno de Coscolín un proyecto estratégico para Tudela”, añade Geroa Bai.

“El resultado de la apuesta de Geroa Bai por la sostenibilidad urbana es hoy que el Gobierno de Navarra, a través del departamento de Aierdi, inyecta 8 millones de euros, una inversión sin precedentes en esta ciudad, para iniciar ya el proceso de expropiaciones y licitación de las obras de rehabilitación y edificación, con el objetivo de iniciar las obras en primavera, y con la colaboración del Ayuntamiento de Tudela, que costeará la urbanización de la plazuela, presupuestada en unos 350.000 euros”, señala.

Finalmente, la coalición realiza un llamamiento a las fuerzas progresistas de Tudela “para empujar conjuntamente hacia políticas urbanas que piensen una ciudad más amable, sostenible y viva, para crecer hacia dentro en nuestro tejido urbano, para girar la mirada hacia la recuperación de la ciudad construida y hacia la calidad de vida de los edificios y de las personas que viven en nuestros barrios de toda la vida”. Y el proyecto del Horno de Coscolín “es un ejemplo paradigmático de esta filosofía que ha tenido que venir de la mano de gentes y gestores que creen en ella”, concluye Geroa Bai Tudela.

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