'Gracias a los 1.350 docentes que impulsan Skolae'
Por María Solana Arana, Consejera de Educación del Gobierno de Navarra

Gracias. La primera palabra de este artículo no puede ser otra sino “gracias”, una expresión que me gustaría repetir una y otra vez, hasta 1.350 veces. Esta es, nada más y nada menos, la cifra de docentes que se están formando este curso en coeducación para que el alumnado navarro desarrolle la competencia necesaria para vivir en igualdad. Quiero a través de estas líneas agradecer personalmente el esfuerzo y el compromiso del personal docente con la coeducación, un esfuerzo y un compromiso imprescindibles en el camino hacia una educación más igualitaria y, por tanto, hacia una sociedad libre de sexismo y de violencia machista.
La cualificación del personal docente, mujeres y hombres, es pieza clave, imprescindible, en el desarrollo de Skolae, el plan de coeducación que está generalizando el departamento que dirijo. Este plan contempla un itinerario de experiencias y aprendizaje para el alumnado que abarca toda la educación no universitaria, desde los 0-3 años hasta los 18 años o más, desde la Educación Infantil hasta el Bachillerato y la Formación Profesional. Y todo con un objetivo claro: que nuestro alumnado adquiera la competencia que les permita, tal y como la tenemos definida en Skolae, “elegir el proyecto vital propio, desde la diversidad de opciones, sin condicionantes de género, aprendiendo a identificar las desigualdades, a luchar contra ellas y a ejercer su derecho a la igualdad en el ámbito de su cultura, religión, clase social, situación funcional, etcétera”.
Dar pasos hacia un modelo de escuela coeducativa es una demanda social, es un compromiso político, pero es sobre todo una obligación normativa. Lamentablemente es muy frecuente que se permita cierta laxitud en la aplicación de las normas relativas a la igualdad, en general, y a la coeducación, en particular. Laxitud, por otra parte, que no se tolera en absoluto con los preceptos relacionados con otros contenidos. Por ello, quiero expresar mi compromiso para corregir, al menos en lo que está en mi mano, esta lamentable dejación y aplicar con rigor toda la normativa sobre coeducación.
En Navarra hasta la puesta en marcha de Skolae no estábamos en situación de poder asegurar que se estuvieran cumpliendo las abundantes leyes orgánicas, leyes forales, reales decretos, decretos forales, etcétera, que nos interpelan a las administraciones con competencias en materia educativa a trabajar de manera decidida por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres. Desde la Ley Orgánica de Educación, hasta el artículo 7 del Decreto Foral de Salud Sexual y Reproductiva, pasando por la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres o la Ley Foral para Actuar contra la Violencia hacia las Mujeres. Esta cuantiosa normativa no se limita a reflejar generalidades y abstracciones sobre igualdad y coeducación, sino que recoge formulaciones muy concretas y explícitas, abarcando numerosos aspectos de la gestión educativa como el contenido curricular, los materiales didácticos, las medidas relacionadas con las estructuras y personas, la capacitación del personal, la labor de la inspección educativa, las medidas para actuar contra la violencia de género… Lo recogido por la normativa sobre coeducación no puede quedar en una mera declaración de intenciones de quienes legislan. A través de Skolae queremos garantizar que en los centros escolares del sistema educativo navarro se está cumpliendo la normativa. En materia de igualdad no vale ponerse de perfil.
Debe quedar claro de ese modo que la coeducación ha venido para quedarse. Skolae no es un proyecto o programa más del centro, cuya aplicación depende de la buena voluntad del equipo directivo de turno o de parte del claustro. La coeducación no debe quedar al albur del voluntarismo y de la militancia, como tampoco lo hace la enseñanza de las matemáticas o de las ciencias naturales. Por fin, la igualdad entre mujeres y hombres va a ocupar el lugar que le corresponde, un lugar estratégico en el sistema educativo navarro, integrado de forma normalizada en las programaciones de cada una de las etapas, en la Programación General Anual y en el Proyecto Educativo de Centro. Queremos que sus contenidos se integren de un modo estable en el día a día de nuestros centros escolares, en las tutorías, en las asignaturas, en los espacios. Queremos que la igualdad impregne la gestión educativa y la labor docente de la escuela navarra.
Este último párrafo me gustaría reservarlo de nuevo para mostrar mi agradecimiento como responsable del Departamento de Educación al trabajo realizado por el movimiento feminista, por las intelectuales que nos han dado el marco teórico, por las docentes pioneras que han trabajado la coeducación muchas veces en soledad y con una administración que les daba la espalda. Gracias también al excelente equipo de coeducación del departamento. Pero sobre todo me gustaría dar las gracias a quienes se están sumando y a quienes se van a sumar a la educación igualitaria: a todas y cada una de las profesoras, a todos y cada uno de los profesores del sistema educativo navarro que van a hacer posible que Navarra sea vanguardia en la educación para la igualdad entre mujeres y hombres.