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Koldo Martínez pide que los beneficios empresariales se distribuyan también entre los trabajadores

Apoya en el Senado el gravamen a energéticas y banca, pero exige limitar la elusión fiscal de las grandes corporaciones

Koldo Martínez Koldo Martínez

El senador autonómico de Navarra, Koldo Martínez, ha manifestado su apoyo al gravamen a los “beneficios caídos del cielo” de energéticas y banca que se ha debatido hoy en la Cámara Alta, a la vez que ha reiterado la exigencia de Geroa Bai para que el ejecutivo central lidere con los agentes sociales un pacto no sólo de rentas, sino también de beneficios para impedir que las clases medias y trabajadoras sigan perdiendo poder adquisitivo, de forma que se garantice que los beneficios empresariales se repartan también con los trabajadores, en línea con la iniciativa del gobierno Macron en Francia.

Koldo Martínez ha iniciado su intervención en el debate de la ley que crea nuevos gravámenes a energéticas y banca recordando que “los salarios reales en España han caído un 3,5% en la primera mitad de 2022, el doble de lo que han caído en Europa, mientras que los beneficios de las empresas españolas han crecido siete veces más que los salarios, según datos del Banco de España”.

El senador de Geroa Bai, aunque ha apoyado este nuevo impuesto que grava los beneficios caídos del cielo de energéticas y banca, ha denunciado que “esta ley no es sino un atajo para evitar tomar medidas contra la elusión fiscal de las grandes corporaciones que pagan menos por el Impuesto de Sociedades que una Pyme con diez trabajadores” y ha recordado que, según datos de la Agencia Tributaria, las pequeñas empresas y las microempresas son las que más pagan por el Impuesto sobre Sociedades, cinco veces más que una gran empresa.

Ha puesto Martínez como ejemplo de elusión de las grandes corporaciones a los grandes bancos que tienen acumulados 60.000 millones en créditos fiscales que les permite reducir su factura con las haciendas, también la navarra, compensando sus beneficios con las pérdidas que acumularon los bancos que absorbieron, como en el caso de la fusión de Caixabank con Banca Cívica (Caja Navarra).

“Ya es hora -ha señalado Koldo Martínez- de garantizar que quienes obtienen pingües beneficios, en muchos casos no gracias a sus habilidades negociadoras, sino a la desgracia ajena, como está pasando con la guerra y la inflación, aporten lo que les corresponde” y ha recordado que, frente a esta situación, “Trabajadores y autónomos pierden capacidad de compra y muchos jóvenes ven el horizonte cada día más negro”.

Cambiar el modelo socioeconómico

Para Koldo Martínez “las recetas de la derecha, con una reducción de impuestos a los más ricos, y las de algunas izquierdas con parches como el que hoy debatimos para que parezca que sí, que se casca a los poderosos, cuando la realidad es que estas medidas apenas les hacen cosquillas” no son la fórmula para acabar con la pérdida de poder adquisitivo de clases medias y trabajadoras.

“Hay otra vía que es la de afrontar los retos de verdad y cambiar lo que no funciona. Y el modelo económico actual no funciona” ha señalado Koldo Martínez que ha recordado una encuesta que señala que el 80% de los españoles considera que el actual sistema socioeconómico necesita una gran transformación.

“La clave de bóveda de una sociedad equitativa es que la democracia llegue también al ámbito empresarial, y que los empresarios piensen también en el interés de su comunidad” ha señalado el senador autonómico que ha recordado que el Gobierno Sánchez sigue sin cumplir la moción que aprobó el Senado en mayo, a iniciativa de Geroa Bai, instándole a liderar con los agentes sociales un pacto de rentas y beneficios, así como impulsar la participación de las y los trabajadores en la empresa.

A este respecto, Koldo Martínez ha recordado que el gobierno Macron ha lanzado una iniciativa para para obligar a las empresas que repartan dividendo entre los accionistas a que lo distribuyan también entre los empleados. “Se trata de una iniciativa que el Gobierno francés quiere aprobar para el próximo quinquenio y que desde el 8 de noviembre está en la mesa de negociación del diálogo social. Esa mesa que, por los motivos que sean, en España no se ha convocado aún y que tiene un reto, poner fin a un hecho reiterado cada vez que hay una crisis: el que sólo una parte, las y los trabajadores y las y los autónomos, aportan sacrificios, mientras que otros engordan sus beneficios y no los distribuyen entre quienes contribuyen a que la empresa salga adelante”.

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