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Ley de Vivienda: la vivienda como derecho

Por Ana Ansa y Pablo Azcona, parlamentarios forales de Geroa Bai

Para Geroa Bai consolidar legislativamente el cambio de modelo en políticas de vivienda que iniciamos en la legislatura pasada era y es uno de nuestros objetivos prioritarios.

La vivienda es un derecho de toda persona. Constituye, junto con una garantía de ingresos y un empleo digno, uno de los derechos sociales más fundamentales sobre los que todos los demás pivotan, porque existe un estrecho vínculo entre disponer de un alojamiento adecuado y la posibilidad de desarrollar un proyecto de vida personal o familiar.

En la legislatura pasada fuimos pioneros y en esta lo seguimos siendo al desarrollar la Proposición de Ley Foral de Vivienda que aprobamos el pasado 23 de junio en el Parlamento de Navarra, y que ahonda, en definitiva, en el camino de dotar al Gobierno de Navarra de instrumentos suficientes para que la política de vivienda pueda convertirse en una herramienta al servicio de la equidad, la cohesión social y el equilibrio territorial.

Proteger el derecho a la vivienda de personas y colectivos vulnerables -con una mirada especial a la población más joven- necesita el compromiso y la intervención decidida de los poderes públicos.

En Geroa Bai asumimos este compromiso con la sociedad, y por eso hemos mantenido, tanto en la legislatura pasada como en ésta, el foco puesto en la vivienda y hemos trabajado intensamente para desarrollar los principios que orientan esta Ley de Vivienda.

El proceso de llevarla a cabo ha sido intenso y muy rico, ha supuesto un trabajo durante muchos meses, primero con la redacción inicial de texto y después con la incorporación de enmiendas, limando asperezas y procurando acercar los extremos para conseguir un acuerdo y la suma de los votos progresistas.

Este trabajo colaborativo de la redacción del texto ha contribuido a que esta proposición de ley suponga un hito histórico en Navarra por los cambios estructurales que introduce, siendo una de las normativas más avanzadas del Estado, con la finalidad de, básicamente, primar la función social que debe cumplir la vivienda y la vivienda como un derecho básico, frente a su concepción como bien de inversión o activo financiero en un mercado inmobiliario especulativo.

Ante la Ley de Vivienda se constata que en la sociedad navarra existen dos modelos para atender a las necesidades de vivienda:

El modelo de Navarra Suma, que cree que el mercado se autorregula y aboga por no intervenir o intervenir lo mínimo, asumiendo de facto que la vivienda es un activo financiero, un elemento de ahorro o de inversión… Y da por buena la gestión que en esta materia ha realizado UPN durante años y que deja un paisaje penoso en las viviendas de VPO, de las 58.000 VP construidas en Navarra, sólo 28.000 permanecen en el régimen de protección. Con una exigua bolsa de viviendas de alquiler, que en 2015 no llegaba a 470 viviendas.

El modelo de Geroa Bai, el modelo de quienes creemos que la vivienda es un derecho, y por lo tanto desde lo público se debe intervenir para favorecer el acceso a una vivienda digna para toda la ciudadanía, independientemente de su poder adquisitivo.

Garantizar esto es marcar el límite máximo de gasto de las familias en vivienda, y no debe exceder al 30% de sus ingresos. Por lo tanto, es necesario intervenir y regular.

La Ley de Vivienda que aprobamos el 23 de junio viene a corregir algunos elementos estructurales que van a permitir al Gobierno avanzar en el paradigma de vivienda como derecho subjetivo.

Empezando por la calificación indefinida, que supone poner las reglas para que nadie pueda lucrarse con un bien que ha sido desarrollado para dar respuesta a una necesidad básica, a costa de un gran esfuerzo público, y con el objetivo de que siga indefinidamente dando respuesta a otras personas con necesidad de vivienda.

Asegurando su construcción al fijar y garantizar un mayor porcentaje de reserva de suelo para construir vivienda de protección social, también en el aumento de edificación en la ciudad construida.

 

Regulando el mercado de alquiler con una serie de medidas concretas para mantener unos precios asequibles, calculados a partir del Índice de Sostenibilidad de Alquileres. Necesitamos conocer, tener una información fidedigna, del precio real y poder definir las áreas tensionadas y poder intervenir en ellas con diferentes medidas para evitar precios abusivos. Para ello se plantea el hacer un registro de alquileres.

Recoge la obligación, para arrendatarios que sean personas jurídicas, de garantizar un alquiler bonificado para ejecuciones hipotecarias y desahucios por impago de alquileres.

Aumenta y consolida un parque propio de vivienda de alquiler, para poder dar respuesta a la creciente demanda de esta modalidad tanto en personas jóvenes como en familias altamente vulnerables. Para ello, se dota presupuestariamente una partida para que el Departamento pueda ejercer el derecho al tanteo -retracto de operaciones especiales.

Apoya a la rehabilitación de vivienda, con el fin de hacer unas ciudades y pueblos desde el urbanismo compacto, social y sostenible, para volver la mirada hacia la ciudad consolidada y la recuperación de los espacios públicos.

Apoyando a las personas jóvenes y al mundo rural con ayudas para la adquisición de vivienda de jóvenes en municipios de menos de 5.000 habitantes, de forma que se favorezca el arraigo y se frene la despoblación.

Incorporando iniciativas novedosas como las nuevas formas de viviendas colaborativas para albergar proyectos alternativos de convivencia.

Y con la mirada en medidas fiscales, como la ampliación progresiva de la edad límite desde los 31 hasta los 35 años para acceder al programa Eman Zipa de ayudas al alquiler de jóvenes, o la bonificación fiscal a las y los propietarios que depositen su vivienda para la bolsa de alquiler.

Geroa Bai ha sido valiente, sin ceder ante las presiones de los poderosos lobbies y sin proclamas huecas de máximos que no se traducen en cambios reales para la ciudadanía. Dando continuidad a la apuesta por un cambio de paradigma en materia de vivienda, por una gestión transformadora, que llevamos impulsando desde 2015.

 

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