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Líneas de trabajo para reducir la siniestralidad

Artículo de opinión a raíz del atropello mortal de un niño en Pamplona

Itziar Gómez Itziar Gómez

El accidente de tráfico que se llevó la vida del pequeño Imanol Gila cuando salía del colegio con su familia ha sido una tragedia que nos ha conmovido a todos y a todas. Mi mayor dolor como responsable de Seguridad Ciudadana y Convivencia del Ayuntamiento es no haber podido evitarla.

Quienes tenemos la responsabilidad de velar por la seguridad de todos a menudo sentimos la frustración de comprobar que alcanzar el objetivo de cero accidentes mortales se convierte en una utopía cada vez que la fatalidad lo desmiente. Cada vida perdida, y más si se trata de la vida de un niño, es un drama sin paliativos que genera una amarga sensación de rabia y de impotencia. Y que, al mismo tiempo, nos conmina a seguir trabajando más si cabe por acercarnos al máximo a ese objetivo ideal.

Quiero trasladar a la familia Gila Catalán mi pésame y todo el apoyo del Ayuntamiento de Pamplona. Asimismo desde nuestra área comprendemos y asumimos todas las quejas recibidas fruto de la tensión y el dolor producidos por la muerte de un niño de 4 años.

Tal y como tuve la oportunidad de explicar a la representación del centro escolar, la Policía Municipal regula casi 50 colegios en toda la ciudad, priorizando aquellos centros en cuyo entorno no cuentan con semáforos. Aunque el cruce del colegio Esclavas del Sagrado Corazón sí tiene semáforo, estamos analizando las circunstancias concretas del accidente para mejorar en lo posible el entorno escolar.

Si cada accidente mortal es una tragedia en sí misma, también tengo la responsabilidad de presentar con rigor los datos de siniestralidad de la ciudad que nos dicen que el año 2016 hubo 145 atropellos;en 2017, 164 y hasta el 1 de octubre de este año, 109, un 10% menos que en ese mismo intervalo de tiempo en el año anterior. Esperemos se consolide esta tendencia de mejora, aunque esta cifra siga siendo inaceptable para nosotros, puesto que nuestro objetivo no puede ser otro que reducir a cero la cifra de fallecimientos por esta causa.

Tal y como dijimos en la comparecencia sobre siniestralidad del pasado febrero, los registros de incidentes no justifican diagnosticar una situación de alerta. No obstante, nos preocupan unas cifras que nos reafirman en la decisión de este Ayuntamiento de avanzar en la transformación del modelo de ciudad. Para dicha transformación estamos trabajando fundamentalmente en dos líneas. La primera es la reducción de la velocidad de los coches, haciendo de Pamplona una ciudad 30, cuya implantación, si bien no garantiza la reducción del número de accidentes, sí que rebajará la gravedad de los mismos. La otra línea de trabajo son los entornos escolares seguros para proteger a la población más vulnerable de la ciudad. La primera experiencia piloto se va a aplicar al entorno de Monjardín por la concentración de un buen número de centros escolares que se da en la zona, y que hasta la fecha ha sido un punto negro. Las inversiones para estas actuaciones están contempladas en las últimas Inversiones Financieramente Sostenibles aprobadas en el pasado pleno de septiembre. Dos líneas de trabajo que apuestan por reducir la velocidad de los coches y hacer más amable y seguro el espacio público para los peatones.

Desde el febrero pasado venimos realizando el inventario de los 3.000 pasos de peatones de la ciudad, con la confección de la correspondiente ficha de análisis de cada uno de ellos recogiendo las actuaciones necesarias para mejorar su seguridad en cada caso. Derivado de lo anterior, ya se hicieron trabajos en los pasos de peatones de los colegios Amaiur y Larraona. Además de estas actuaciones se está trabajando con el Gobierno de Navarra y el resto de los 17 ayuntamientos de la Comarca en el desarrollo de un nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) cuyo objetivo es un ambicioso plan que mejore la movilidad de toda la Comarca de Pamplona en su conjunto.

Nuestro mayor pesar en el Área de Seguridad Ciudadana y convivencia es que, al margen de la causa eficiente que concurra en este caso, todas estas medidas no hayan llegado a tiempo. Lo lamentamos profundamente y pedimos perdón por ello a su familia y a toda la ciudadanía.

La autora es concejala delegada de Seguridad Ciudadana y Convivencia en Pamplona-Iruñea

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