Rigor técnico en una decisión estratégica para Navarra
La sociedad navarra se enfrenta a una decisión histórica. Nuestra Comunidad ocupa un lugar muy especial en la geografía de la Península Ibérica. Ahora toca acertar en una decisión estratégica: ser el codo ferroviario por el que pasen la salida de mercancías y personas hacia Europa por Irún, y el corredor que une el Atlántico con el Mediterráneo, o quedar aislados de esos corredores estratégicos, como ya ocurrió durante décadas con las vías estratégicas por carretera en el último tercio del siglo XX. Las instituciones navarras deben “mirar al mapa”, y, solucionada la conexión por el sur, debemos acertar con el norte al conectar con la Y vasca: Ezkio o Vitoria-Gasteiz.
Geroa Bai mira al mapa y fija posición estratégica para Navarra apostando por la conexión por Ezkio, para acceder de la manera más corta y rápida a Europa, y para formar parte del corredor entre los dos mares. Seguramente tanto el Gobierno Español como otras fuerzas miran al mapa con otra visión estratégica y se inclinan por conectar con la Y vasca por Vitoria-Gasteiz; una opción que a las mercancías y personas que partan de Navarra o pasen por ella, les obliga al rodeo de ir a Europa por Vitoria. Y lo que es más grave, anima a “otro” corredor Atlántico-Mediterráneo por la margen derecha del Ebro, que rodearía a Navarra como ya hizo la AP 68 por carretera.
Ahora bien, cada una de las dos alternativas debe someterse al rigor técnico previo de sus condicionantes: el económico, el técnico, el logístico y el medioambiental.