'Sobre la suelta de vacas en fiestas de Zizur Mayor'
Por Jon Gondán Cabrera, Alcalde de Zizur Mayor
En los últimos años la celebración de consultas populares en los ayuntamientos está siendo una práctica cada vez más normalizada y está formando parte de la nueva política, otras maneras de gestionar y conocer la opinión de la ciudadanía.
En Zizur Mayor tenemos experiencia en participación y también hemos podido experimentar las nuevas prácticas de consultas, como en otros municipios de la Comarca de Pamplona.
Hace unos meses, compartí un agradable encuentro con miembros de la “Peña El Desastre” -la entonces agrupación juvenil de nuestro pueblo que tuvo el honor de lanzar el txupinazo de fiestas de 2017 por su medio siglo-, en el que me contaron como chicos y chicas adolescentes y jóvenes se juntaron y formaron la peña, las actividades que realizaban durante el año y la iniciativa de celebrar suelta de vacas en fiestas.
En las fiestas de 1978, “El Desastre” junto con otras personas del pueblo organizaron las primeras vacas de Zizur: ganado, tablones para el vallado…
Poco a poco fue un acto que se asentó en las fiestas y que el propio Concejo –y posteriormente, el Ayuntamiento- asumió y lo incluyó en el programa oficial.
El año pasado en el ‘Consejo de Fiestas’, foro donde la ciudadanía y colectivos pudieron participar para la confección del programa de fiestas, surgió la propuesta de la celebración de una consulta a vecinas y vecinos sobre las vaquillas, y estimando esa sugerencia, el Ayuntamiento ha convocado la consulta.
En los debates que han ido surgiendo durante estas semanas sobre la “politización de las vacas”, considero que es una absoluta equivocación. El mostrarte favorable a la celebración de las vacas no significa ser conservador y estar en contra, tampoco equivale a ser progresista; puesto que no es un tema que entienda de ideologías.
Casi 40 años después de la primera celebración de vacas en fiestas, Zizur Mayor podrá votar si consolida la tercera actividad festiva más numerosa o por el contrario, la da por finalizada. La decisión final está en nuestras manos, en la de las vecinas y vecinos.