'Sobre víctimas, sin ambigüedades'
Por Koldo Martínez, portavoz parlamentario de Geroa Bai

Al contrario que mi apreciado Iñaki Iriarte, yo sí veo una gran contradicción entre sus palabras y el voto de UPN de septiembre del año pasado, en la Comisión de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, en relación con el homenaje a las víctimas de grupos de extrema derecha y funcionarios públicos extralimitados en sus funciones, con lo que posteriormente su partido, UPN, ha proclamado respecto de ese acto y del Gobierno de Navarra que lo organiza. Acto al que obligaba la Ley aprobada en el Parlamento Foral y al que el Tribunal Constitucional ha dado el visto bueno.
Me reconforta saber, tal y como dice el Sr. Iriarte, que no hay nadie en UPN que no respete el dolor de las familias de Mikel Zabalza, Gladys del Estal, Germán Rodríguez o Ángel Berroeta. Espero que esto sea el inicio de una mayor implicación de UPN para con estas víctimas, que no se han visto especialmente reconfortadas por ese partido a lo largo de la historia. Iriarte menciona también a “Naparra”, un líder de los Comandos Autónomos cuya desaparición reivindicó el Batallón Vasco-Español, para afirmar que sufrir una muerte injusta no le convierte en alguien digno de homenaje. Lo comparto totalmente por lo que le recuerdo que los sucesivos gobiernos municipales y forales de UPN han mantenido en el corazón de Pamplona un monumento de homenaje y exaltación a asesinos como Mola y Sanjurjo.
Soy partidario de actos en los que recordar la injusticia e ilegitimidad de algunas violencias.
Quienes creemos en la democracia debemos trabajar para que nunca más ocurran violencias injustas e ilegítimas, sea quien sea la víctima y sea quien sea el verdugo.
Por eso considero importante recordar que el victimario “Naparra” fue a su vez víctima de violencia ilegítima que nadie, nunca, en ningún lugar, debe ejercer ni merecer. ¿O pretende Iñaki Iriarte poner en cuestión la condición de víctima de Carrero Blanco o Melitón Manzanas, así como de sus familiares, por su condición de altos responsables de una dictadura?
Y en suposiciones basa Iñaki Iriarte sus argucias dirigidas a crear la sensación de que Geroa Bai tiene doble moral. Falaz argumento, impropio de un profesor universitario, que insiste en meter a Geroa Bai en un totum revolutum que demostraría nuestra intrínseca maldad. Una de las tretas que utiliza es mezclarnos con Bildu y denunciar nuestra supuesta actitud paternal hacia ellos, cuando otras veces afirma que es Bildu quien manda en nosotros. Desvela el Sr. Iriarte también nuestras más oscuras intenciones al aclarar que en Geroa Bai estamos convencidos de que quienes utilizaron el terror “erraron en los medios pero no en los fines” e interpreta a su modo y manera lo que el “nacionalismo moderado” cree. ¿Acaso le parecería bien al Sr. Iriarte que alguien adjudicara a UPN “el oscuro convencimiento de que quienes utilizaron el terror (el de la extrema derecha por ejemplo, o el del GAL) erraron en los medios, pero no en los fines”, como lo hacía con Geroa Bai en su artículo en Diario de Navarra? Yo no lo haría con él por lo que le pido que no lo haga con nosotros. Que él ya me conoce, y ya nos conoce.
Pertenezco e intento representar a una tradición política que siempre ha tenido claro que tanto los fines como los medios deben de ser justos, que ningún fin justifica los medios.
Siento tener que decir algo que he venido defendiendo toda mi vida y, conmigo, quienes formamos parte de Geroa Bai. Si me veo obligado a reiterarlo no es porque no lo tenga claro o no lo hayamos explicado suficientemente, sino porque algunos propagan maliciosamente sospechas de este tipo, probablemente porque no encuentran mejores argumentos.
Mezclar en una moción a personas muertas en plena guerra, en el frente o en los bombardeos de cualquiera de aquellos bandos con personas que fueron asesinadas en Navarra donde no hubo frente como si fueran víctimas iguales me sigue pareciendo una indecencia política que refleja cierta miopía ética voluntaria.
Y para acabar, Sr. Iriarte, quiero que le quede claro que ni usted ni su partido son para Geroa Bai el enemigo, como tan lamentablemente usted afirma. Esa calificación solo contribuye a un neofanatismo que no le hace ningún favor a Navarra y que es rechazado por la sociedad. Somos adversarios políticos, empeñados ambos desde posicionamientos ideológico-políticos distintos en la búsqueda de lo mejor para nuestros conciudadanos. Estoy convencido de ello; y, francamente, espero que usted también lo esté.
Publicado en Navarra Orain.