'Un Canal sostenible'
Por Unai Hualde, parlamentario foral de Geroa Bai
El pasado 12 de enero, el Gobierno de Navarra presentó a los medios de comunicación la definición de alternativas para las necesidades de riego y abastecimiento de agua de boca e industria en la Ribera de Navarra, un exhaustivo trabajo llevado a cabo por el Ejecutivo que preside Uxue Barkos desde prácticamente el inicio de su mandato.
Con la propuesta se cumple a través de las sociedades Intia y Nilsa con el compromiso que tanto desde el Ejecutivo de Barkos como desde Geroa Bai hemos mostrado siempre con esta cuestión. Geroa Bai siempre ha defendido que había que llevar agua de calidad a la Ribera aunque, eso sí, a buen precio, y por eso siempre hemos criticado la gestión de los distintos gobiernos de UPN que han hipotecado el futuro de Navarra con grandes infraestructuras y con peajes en la sombra.
Frente a los discursos apocalípticos del tripartito de la oposición (UPN, PP y PSN) de que queríamos “dejar sin agua a la Ribera”, con el anuncio se echa por tierra la demagogia utilizada por UPN, PSN y PP, en su obsesión por utilizar a la Ribera como ariete contra este Gobierno.
Sin embargo, el importante paso dado por el Gobierno solo es un punto y seguido en el trabajo de revisión porque “ahora hay que seguir hablando con regantes y con el Estado para ver la mejor manera y el mejor modelo de financiación para conseguir el objetivo de llevar agua de boca y de riego a la Ribera con la definición de esta alternativa”.
Hay que recordar la mala situación económica en la que los anteriores gobiernos dejaron a Canasa y el aumento de las cuotas que el desarrollo del proyecto original podría suponer para los regantes. Sin duda, esta cuestión es la que UPN intenta tapar además de tener la osadía (o poca vergüenza) de poner en valor el proyecto Itoiz-Canal de Navarra y de decir que las formaciones políticas que estamos en el Gobierno reconocemos ahora la importancia del proyecto cuando llevamos décadas oponiéndonos a él.
En Geroa Bai, tenemos muy claro que si volviéramos ahora 30 años atrás, seguiríamos oponiéndonos a la gestión que UPN ha hecho de este proyecto. Precisamente la propuesta del actual gobierno de Uxue Barkos pone en evidencia que, con mucho menor gasto, se puede conseguir el objetivo que todos los partidos políticos que hoy están en el Parlamento de Navarra buscamos: que la Ribera de Navarra tenga agua de calidad tanto de boca como de regadío.
De la misma manera, el mensaje apocalíptico empleado por la oposición durante el último año también queda en evidencia. Este gobierno no paró el Canal de Navarra. Lo hicieron dos dirigentes de UPN y PP con responsabilidades institucionales en su momento, Yolanda Barcina y Miguel Arias Cañete, quienes en agosto de 2013 decidieron en Artajona que había que paralizar la segunda fase y revisar profundamente el proyecto.
Barcina y Arias Cañete decidieron no mover una excavadora hasta no rehacer todos los cálculos económicos de la infraestructura porque las previsiones económicas que, en su día, se hicieron para poder desarrollarla, se habían derrumbado estrepitosamente.
Por eso mismo, este Gobierno, antes de mover la excavadora, ha hecho el estudio de propuestas que ahora hay que seguir trabajando y enriqueciendo con regantes y con el Estado. El agua de calidad para la Ribera y a un buen precio está con este gobierno más cerca de lo que no ha estado en años de gobiernos de UPN y solo deseamos que precisamente los partidos de la oposición, UPN, PP y PSN, dejen de utilizar la Ribera como ariete contra el Gobierno, arrimen el hombro y junto a las fuerzas del cambio sumemos para construir una Navarra mejor, más social, con más empleo y sobre todo más equilibrada. Geroa Bai estará ahí esperando aunque, eso sí, avanzando en el trabajo para mejorar Navarra.
Publicado en Diario de Noticias.