'UPN y euskera: amores que matan'
Por Koldo Martínez y Virginia Aleman, portavoz parlamentario y portavoz de Relaciones Ciudadanas e Institucionales de Geroa Bai, respectivamente
Comenta el Señor Iriarte en un artículo de opinión que las políticas relativas al euskera generan una animadversión creciente. Ante ello considera que “quien acierte a ofrecer una fórmula capaz de sosegarnos y de acercar posturas recibirá el apoyo mayoritario de la sociedad navarra”. Aunque es de agradecer que públicamente pida una relación hacia el euskera más calmada y alejada de enfrentamientos, no deja de ser curioso que acabe culpabilizando a quienes tratamos de fomentar y proteger un idioma que es lengua propia, junto con el castellano, de toda Navarra y oficial en parte.
Al Sr. Iriarte, que dice que “todos amamos el euskera”, le extraña escuchar la acusación de “euskarafobia”. En Geroa Bai creemos honestamente que el Señor Iriarte no odia el euskera, pero más allá de la buena intención que expresa en ese artículo -el papel lo aguanta todo-, la realidad es tozuda y también vemos cómo sus compañeros de UPN se empeñan en desdecirle a diario.
A principios de año, un dirigente de UPN, el parlamentario Sr. Sánchez de Muniain, acusó al Gobierno de Navarra de favorecer a los medios de comunicación afines al Gobierno. La única justificación de tan grave acusación fue una convocatoria pública que, según establece la Ley Foral 18/1986 del Euskera, ha realizado este Gobierno. Convocatorias que los gobiernos de UPN realizaron entre 1992 y 2011, año en el que -arbitraria y unilateralmente, e incumpliendo la ley- las suprimió. Nosotros nos congratulamos de que se hayan recuperado, incrementando su importe, pero no deja de llamarnos la atención la crítica y el intento de confrontación que el citado parlamentario realiza, desde la oposición, a algo que UPN hacía desde el Gobierno. Curiosa manera de amar al euskera, la de este dirigente de UPN…
Recientemente, el sindicato UGT realizó una interpretación a nuestro juicio errónea sobre una encuesta elaborada por Soziolinguistika Klusterra. En dicho estudio se afirmaba que el uso del euskera en las calles navarras es del 6,7%, y tanto el citado sindicato como UPN –y también el PP- utilizaron este dato para atacar al Gobierno de Navarra por su política lingüística y por supuesta desinformación, ya que la VI Encuesta Sociolingüística realizada por el Gobierno de Navarra afirmaba que el conocimiento del euskera por parte de la ciudadanía navarra era del 12,9%, siendo el uso del 6,6% de forma intensiva, habiendo un 5,6% de la población que lo utiliza, aunque menos que el castellano.
Hubo acusaciones de manipulación y ocultamiento de datos, falta de transparencia… difícilmente sostenibles si tenemos en cuenta que todos estos datos fueron presentados en público y están disponibles en la página web de Euskarabidea. Lamentablemente, tanto el sindicato mencionado como los grupos de la oposición no solo están mezclando dos estudios completamente diferentes sino que confunden términos como conocimiento con uso. Imagínense cuántos navarros conocen el inglés y cuántos lo usan en su vida cotidiana... Esta “confusión” solo puede deberse bien a ignorancia supina o a encono con el euskera, pero desde luego, si a eso le llaman amor… ¡vamos dados!
Hace escasas semanas, alguien -¿quién ha podido ser?, ¿lo sabe el Sr. Iriarte o alguien de su partido?- ha buzoneado un panfleto anónimo por buena parte de la geografía navarra en el que se denuncia la “excesiva” puntuación otorgada al conocimiento del euskera en la Ribera (¡2,7 puntos!). El panfleto, con el indisimulado objetivo de generar alarma social, trata de trasladar la impresión de que el conocimiento del euskera está sobrevalorado, al presentarlo descontextualizado del resto de méritos, que suman 40 puntos, y donde los idiomas extranjeros son valorados en dos puntos cada uno.
En la hemeroteca están las declaraciones del Sr. Esparza, presidente de UPN, con afirmaciones como la de que “tirará a la basura” las normas que aprueba el Gobierno o que cerrará las líneas de modelo D en la zona no vascófona (que ya son una decena, abiertas porque hay familias que lo eligen libremente)
Señor Iriarte, éstos son hechos. El amor que usted reclama -y nosotros compartimos- deja paso a ataques basados en desinformaciones, mentiras y bulos con el único objetivo de crear miedo y rechazo hacia el euskera. Como usted dice, “la cuestión del euskara lleva camino de convertirse en la principal fuente de antagonismos de la política navarra”. Por eso, le invitamos a que analice el papel y la responsabilidad que en todo esto tiene su partido, UPN.
Se podrá no estar de acuerdo con las medidas que aprueba el Gobierno de Navarra, pero es evidente que en la oposición no hay voluntad de buscar fórmulas de sosiego que acerquen posturas y sí un discurso que impulsa la confrontación en torno al euskera, uno de nuestros dos idiomas propios, patrimonio de toda la ciudadanía, navarra y universal. No sabemos cómo lo llama usted. En Geroa Bai lo llamamos EUSKARAFOBIA.